El modelo de producción y las pautas de consumo actuales son insostenibles ya que no permiten cubrir las necesidades de alimentación y salud de gran parte de la población mundial actual ni permitirán cubrir las necesidades que tendrán las generaciones futuras. Se están agotando los recursos naturales y dañando los ecosistemas a la hora de transformarlos, y además no se cumplen los principios y derechos fundamentales en el trabajo en muchos lugares del planeta.

Por ello, urge realizar un cambio hacia un consumo sostenible que permita gestionar de forma eficiente los recursos naturales, evitar la pérdida de alimentos, disminuir la generación de desechos y garantizar una vida digna a toda la población. El principio fundamental del cambio es que todos, productores, distribuidores, consumidores…, somos responsables del modelo de consumo actual y de los impactos sociales y ambientales de la producción. Por eso solo actuando todos podremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que han definido las Naciones Unidas.