Un consumo sostenible pasa también por cambiar el modelo económico lineal actual, basado en la extracción, producción, consumo y eliminación, por otro más respetuoso con el medio ambiente y basado en la prevención, la reutilización, reparación y reciclaje.

La economía circular se define como un nuevo sistema económico y social que busca la producción de bienes y servicios y la reducción al mismo tiempo del consumo y el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía. Es decir, trata de convertir los residuos en nuevas materias primas, primando el aprovechamiento de recursos y la reducción de materias primas vírgenes.

Para que este nuevo modelo sea posible, es necesario aplicar el concepto de las 7Rs, y que los productos sean diseñados para ser reutilizados. Si hasta ahora hablábamos siempre de reducir, reutilizar y reciclar, ahora incorporamos también la necesidad de rediseñar desde el inicio los productos y envases con esa mirada de la sostenibilidad para garantizar que pueden además repararse, renovarse y recuperarse.

• Rediseñar: incorporar criterios ambientales en el diseño (ecodiseño), para equilibrar la funcionalidad con la sostenibilidad.
• Reducir: evitar de partida el consumo de recursos para minimizar la generación de residuos.
• Reutilizar: alargar la vida útil de un producto dándole nuevos usos.
• Reparar: no tirar los productos cuando dejen de funcionar sin intentar antes que vuelvan a conseguir sus funciones originales.
• Renovar: actualizar los productos antiguos para que puedan volver a cumplir con su funcionalidad inicial.
• Recuperar: recoger materiales usados para reintroducirlos en el proceso productivo.
• Reciclar: transformar los residuos de manera que sirvan como materia prima para otros productos nuevos.

El reciclaje es la opción de tratamiento preferible, frente a otras opciones como la valorización energética o la eliminación en vertedero. Podemos considerar tanto reciclaje orgánico (compostaje) como mecánico. Reciclar permite ahorrar materias primas, energía, agua y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Según Ecoembes, con la energía ahorrada por el material reciclado en España desde 1998 a 2018, se podría mantener una bombilla de 60w encendida durante más de 73 millones de años.